Labio Leporino

En las primeras semanas de desarrollo, mucho antes del nacimiento del niño, los lados derecho e izquierdo del labio y el suelo de la boca, crecen y llegan a juntarse. Ocasionalmente, sin embargo, en uno de cada 1000 niños, estas partes no se encuentran bien. Un niño que nace con una separación en el labio superior se dice que tiene un labio hendido. Un defecto de nacimiento similar en el techo de la boca, o paladar, se denomina paladar hendido. Ya que el labio y el paladar se desarrollan por separado, es posible encontrar pacientes con labio hendido, paladar hendido, o variaciones de ambos.

Si su hijo ha nacido con cualquiera de estas dos situaciones, su pediatra probablemente le recomendara el tratamiento quirúrgico del defecto. La Cirugía Plástica ha hecho grandes avances en el tratamiento de niños con fisuras y puede hacer mucho por ayudar a su chico a llevar una vida normal, sana y feliz.
Esta información le dará una comprensión básica de la operación — Cuando puede ayudarle, como se realiza, y que resultados puede esperar — No puede contestar a todas sus dudas, ya que muchas de ellas dependen de circunstancias individuales. Por favor pregúntenos si hay algo que no entienda.

La importancia del tratamiento en equipo

Los niños nacidos con labio o paladar hendido pueden necesitar el concurso de varios profesionales médicos para corregir los problemas asociados con la hendidura. Además de un cirujano plástico para reparar la hendidura, estos niños pueden tener problemas con la alimentación, con sus dientes, su audición, con el habla, y con el desarrollo psicológico conforme van creciendo.

Por esa razón, los pacientes deben buscar ayuda lo antes posible, para comenzar el tratamiento integral cuanto antes. Habitualmente el equipo médico que trate a su hijo debe tener los siguientes especialistas: un cirujano plástico, un odontólogo, un especialista en habla y lenguaje, un otorrinolaringólogo, y un psicólogo.

Cuando la cirugía se lleva a cabo por un cirujano plástico calificado con experiencia en el tratamiento del labio y paladar fisurado, los resultados suelen ser bastante positivos. De cualquier manera, como con cualquier operación hay riesgos y complicaciones asociados con el procedimiento.

En cirugía del labio fisurado, el problema más común es la asimetría, cuando uno de los lados de la boca y la nariz no encaja con el otro lado. El objetivo de la cirugía del labio hendido es cerrar la separación en una sola operación. No obstante puede ser precisa una segunda intervención.

En la cirugía del paladar fisurado, el objetivo es cerrar la apertura del techo de la boca de forma que el niño pueda comer y aprender a hablar con corrección. También ocasionalmente, la cicatrización alterada del paladar y un habla poco correcta, pueden requerir una segunda operación.

Planificación de la cirugía

En su consulta inicial, le explicaremos con detalle el procedimiento, incluyendo donde se hará la cirugía, el tipo de anestesia, los posibles riesgos y complicaciones, recuperación, costes, y los resultados que puede esperar.

También le daremos respuestas sobre cuestiones tales como la alimentación del niño, antes y después de la cirugía.

La cirugía del labio fisurado o leporino

El labio fisurado puede variar en severidad desde una ligera hendidura en el bermellón del labio superior hasta la separación completa del labio llegando hasta la nariz. Las hendiduras pueden presentarse en uno o en los dos lados del labio superior. El tratamiento se realiza generalmente cuando el niño tiene sobre tres meses de edad.

Para reparar el labio fisurado, se hace una incisión en cada lado de la fisura desde la boca a la nariz. El diseño de la incisión permite unir el bermellón, la musculatura de la boca y la piel en su posición correcta. Se reconstruye de ese modo la función muscular normal y la forma del «arco de cupido». La deformidad de los agujeros nasales asociada con el labio hendido puede ser mejorada al mismo tiempo que el labio, o precisar una intervención posterior.

Recuperándose de la cirugía del labio

Su hijo pudiera estar inquieto inmediatamente después de la intervención, pero le mandaremos medicación para aliviar sus molestias. Serán necesarias ciertas restricciones de movimientos para evitar que manipule las zonas recién operadas.

Las suturas se retiran a los 7 días. Le daremos instrucciones acerca de como alimentar al niño la primera semana de postoperatorio.
Es normal que la cicatriz se ponga dura y roja tras la intervención. Ira gradualmente atenuándose, aunque no desaparecerá del todo. No obstante la mayoría de los pacientes suelen requerir retoques cuando son adultos.

La cirugía del paladar fisurado

En algunos niños, la fisura palatina puede afectar solo a una pequeña porción de la parte posterior del paladar; en otros, puede aparecer una separación completa que se extienda de delante a atrás. Como con el labio fisurado, la fisura palatina puede afectar a uno o a los dos lados del techo de la boca.
La reparación del defecto palatino suele ser una cirugía un poco mayor que la del labio, y se realiza generalmente entre los nueve y los dieciocho meses de edad, de esta forma el niño es ya un poco mayor y tolera mejor la intervención.
Para reparar el paladar, se hace una incisión a ambos lados de la separación, moviendo el tejido de ambos lados de la fisura hacia el centro o línea media del paladar. Esto reconstruye el paladar, juntando los músculos y aportando suficiente longitud en el paladar para que el niño coma y aprenda a hablar correctamente.

Recuperándose de la cirugía del paladar fisurado

Durante un día o dos, el niño puede sentir molestias, que serán controladas con medicación. Durante este periodo el niño no comerá ni beberá tanto como normalmente, por lo que es conveniente mantener la vía intravenosa para hidratarle. Le diremos lo que debe comer las primeras semanas de postoperatorio. Es importante seguir los consejos que le daremos para permitir la cicatrización correcta del paladar.

El labio o paladar reparado

Los niños con paladar fisurado son particularmente proclives a infecciones de oído, ya que la fisura puede interferir con la función del oído medio. Para permitir el drenaje y la ventilación adecuada, es recomendable colocar un pequeño tubo de ventilación en el tímpano.

No es infrecuente que el crecimiento del niño alterado por la fisura de lugar a problemas en el desarrollo del maxilar superior y los dientes y en la nariz. Por ello es preciso vigilar su desarrollo y controlar la erupción de su dentición. Con el paso de los años suelen necesitar ortodoncia y al final del crecimiento ajustes en la forma de la nariz, la oclusión y la cicatriz labial.

Tal vez lo más importante, es tener en mente que la cirugía para reparar labio y paladar es solo el comienzo del proceso. El soporte familiar es crítico para el niño. La comprensión y el cariño familiar le ayudaran a crecer, y afianzar su autoestima por encima de su defecto físico.