Botox

El tratamiento busca atenuar los surcos y arrugas producidos por la acción de los músculos que se insertan en la piel del rostro, es decir las llamadas afecciones gesticulares o de la mímica.

El tratamiento consiste en aplicar el medicamento en forma subcutánea o intramuscular, según la región a tratar.

La aplicación del producto es rápida casi indolora y sus efectos se notan ya a las 72 horas de efectuado, con un duradero efecto de 4 a 5 meses a partir del cual comienza a declinar su acción, en algunos casos hasta ocho meses.

Resultados obtenidos

El tratamiento con Botox es ideal para planchar las arrugas y surcos peri oculares («patas de gallo») peri labiales, entrecejo y frontales.
También permite elevar las colas de las cejas y una mirada despejada, logrando un aspecto de lozanía y rejuvenecimiento, si bien transitorio, pero sin necesidad de cirugía.