Angiomas

El angioma puede ser definido como un grupo de vasos jóvenes agrupados entre sí de manera desordenada. Los angiomas son formaciones que aparecen durante el desarrollo embrionario, son congénitos y no hereditarios. Con el nacimiento, algunos de ellos son visibles y otros irán tomando forma y color en los meses siguientes. No todos ellos son de color violáceo o rojo, también hay angiomas azules o del mismo color de la piel.

Generalmente son tumores vasculares benignos que involucionan espontáneamente. Lo más aconsejable en los casos de tratarse de casos poco complicados o problemáticos, es esperar el proceso natural de retroceso y tratar posteriormente alguna pequeña secuela que pudiera llegar a quedar, lo que ocurre en un 30% de los casos y que se reduce a alguna pequeña manchita o abultamiento.

La mayoría de angiomas no necesitan ningún tratamiento puesto que desaparecen por si solos y únicamente hace falta paciencia. Sin embargo hay algunos angiomas que, por su localización (cerca del ojo, si cierran el oído, si dificultan la alimentación), o por su rápido crecimiento, o por estar en la cara y ser desfigurantes desde el punto de vista estético, pueden necesitar tratamiento. Su pediatra o su cirujano plastico le aconsejará en estos casos que merecen especial atención y le informará de la necesidad de tratamiento y del mejor tratamiento para cada caso.

Tratamientos

Existen diferentes formas de tratar a los angiomas dependiendo de la edad de su hijo, del motivo de tratamiento y de la localización de los angiomas. Los tratamientos más utilizados son:

Corticoides orales. Este es el mejor tratamiento para los angiomas que crecen rápidamente o que comprometen una función vital. Con este tratamiento se consigue que cese el crecimiento en el 70% de los casos. Este tratamiento puede causar irritabilidad al bebé, puede retrasar temporalmente el crecimiento y deja al bebé más débil frente a infecciones. Sin embargo conociendo estos problemas, si su bebé necesita este tratamiento para su angioma, el médico lo controlará de cerca para que no tenga ninguna complicación. Este tratamiento suele durar entre 4 ó 6 meses. En caso de no haber respuesta a veces se plantean otros tratamientos como vincristina o interferon.

Corticoides intralesionales. A veces si el angioma no es muy grande en lugar de dar corticoides orales, se puede inyectar cortisona directamente dentro del angioma.

Láser. El láser puede ser útil para disminuir el color rojo del angioma, sin embargo no actúa sobre el volumen del mismo. El láser es muy útil para cerrar las ulceras de los angiomas.

Cirugía: En general los angiomas quedan mejor dejados a su historia natural que extirpándolos quirúrgicamente, puesto que dejaremos una cicatriz. Sin embargo hay situaciones en que la cicatriz es fácil de disimular o que la cirugía puede ser la mejor opción. La cirugía es el tratamiento de elección para corregir la piel redundante que puede quedar al involucionar el angioma.